¿Alguna vez has pensado como se siente ver la vida desde un discapacitado? pues, no siempre es como lo pintan, tenemos que lidiar con el día a día de una sociedad que prácticamente, sin querer nos excluye, la vida nos pone pruebas para ver que tanto soportamos, cuanto dolor podemos cargar, lo qué para unos es cotidiano, aveces para nosotros, puede ser el peor momento de todos, el dolor es invisible y no se siente para el resto, porque aveces como todos, tenemos horas interminables.
El objetivo de esta historia es que se sientan identificados, nunca comprendemos realmente a una persona, no sentimos ni pasamos lo mismo que otros, pero podemos identificarnos y encontrar un poco de similitud, además de un espacio de comprensión para reflexionar y sobretodo desahogarnos e inspirarnos, porque solo hay una vida y que mejor que aprender de ella.