La mayoría de nosotros cuando somos niños, solo anhelamos crecer; ser adultos. Lo que no sabemos a esa edad es lo difícil que es crecer. Cargar con varios problemas, dudas, obstáculos y demás. No sabemos que sin importar la edad, nos vamos a enamorar. Y es que en las películas, novelas y libros pintan el amor tan bonito y sin problemas. Jamás muestran que duele pero la verdad es que sí, sí duele y mucho. Apenas tengo 15 años y mi vida iba demasiado bien. Con problemas diminutos que solucionaba en poco tiempo, pero conocí a alguien "especial", alguien "diferente" y lo escribo entre comillas porque ni es especial ni diferente. Yo diría que fui su víctima voluntaria... Ahora solo me queda escribirle cada noche, ya no tengo más que hacer. Y aunque él no lo lea, el nudo de mi garganta desaparece poco a poco y creo que está bien.