Luego de casi 15 años sintiendo que nunca iba a salir de ese infierno en el que vivía día a día, hundida en mis propios pensamientos y locamente obsesionada por la perfección, mi apariencia y lo que decían los demás sobre mí; decidí hacer un cambio. Ya a mis 18 años, me di cuenta de que no podía seguir así, y al fin logré entender que la única persona que realmente me podría sacar de esa situación: era yo.
3 parts