El avión del Barón Rojo irrumpe de un grupo de nubes y realiza un picado sobre el escuadrón británico. Son un pequeño obstáculo antes de la verdadera misión: comprobar el efecto de un nuevo calibre de proyectiles, diseñado para perforar los nuevos vehículos enemigos "antitrincheras": los tanques. Con la sorpresa como aliada y la destreza como arma espera conseguir una victoria más.
Se ha avanzado a su equipo; nuevamente su soberbia lo empuja a investigar solo el territorio enemigo con un único objetivo: sumar más trofeos para su pared conmemorativa. Un torrente de proyectiles abate uno de los seis Nieuport ingleses. El nuevo calibre lo traspasa fácilmente. Cuchillo y mantequilla. El resto de ingleses se dispersan. Los invade el pánico cuando perciben el color carmesí del Albatros de Manfred Von Richthofen, y uno de los pilotos, joven e inexperto, huye buscando cobijo entre las nubes. La guerra no será tan divertida, a partir de ahora.
Inician una partida de ajedrez. Giros coordinados, picados y toneles van acompañados de lluvias de casquillos de las ametralladoras. Sin éxito. El Barón reconoce los colores del líder inglés, es un digno adversario, un as de la aviación.
Una explosión entre las nubes los sorprende a todos, una bola de fuego asciende mientras el avión desertor cae en barrena. Los pilotos maniobran y observan las nubes, analizan el origen de la amenaza.
La sorpresa destierra la duda cuando de las nubes surge un objeto redondo, plateado y plano como un platillo y que vuela sin hélices ni alas. El Barón sonríe, piensa en el bonito trofeo que será en su habitación. Fama y fortuna. Así que se lanza sobre el platillo volante asediándolo con una andanada de proyectiles que dejan marcas en su bastimento.
El platillo dispara un par de haces de luz verde que aciertan en un avión inglés, después de esquivarlos diestramente el Barón.
Harry Potter viaja a un mundo alterno en donde esta casado con Draco Malfoy.
¿Ahora en que se metió el Harras? Averígualo en esta historia.
PDT: Esta hermosa la portada (yo la hice)