Jane es una chica normal de 17 años como cualquier otra, pero hay algo raro en su vida. Ella vive con su madre, la cual es viuda, por qué su padre murió. Jane escapa de su casa un día tras una pelea con su madre y va a casa de su mejor amigo Peter a quedarse algunos días. Después de verse con una amiga de ella todo cambia en su vida y ahora se encuentra en casa de otro chico y mientras el tiempo avanza se va dando cuenta de que la frase "nada es lo que parece" cobra sentido y descubre cosas que la dejan perpleja.