Una mañana cualquiera como otra, mi madre decidió parar, supongo que para comprar algo. Sin embargo, algo o alguien nuevo se adentró, lo supe por el olor que desprendía, era una combinación entre madera y menta un olor completamente opuesto al que mi madre suele usar. A pesar de eso, decidí no levantarme tal vez es algo que compro. Dios huele delicioso. -Maaaa ¿Qué pasó? -pregunto, sin abrir los ojos. Ella no responde. Siento como el motor rugue por la velocidad a la que vamos. Eso es raro ya que ella no conduce rápido, me giro de inmediato. Él no es mama. Madre santa de las madres. Ayúdame. Ok no tengo que entrar en pánico. Tranquila Ahda. -Déjame bajar- demando sería mientras me incorporo rápido y cruzo mis brazos. El solo ríe y me ve por un segundo, tiene ojos azules. Espero que les guste ......................................................................... ¡ COMPLETA! Prohibida su copia.