A través de una pantalla (Liz x Mar)
10 Partes Continúa En el vasto universo digital, donde las ondas invisibles tejían una red global, existían dos almas destinadas a encontrarse. No se cruzaron en una calle concurrida, ni chocaron accidentalmente en una cafetería. Su encuentro fue más moderno, más acorde a los tiempos que corrían: se encontraron a través de una pantalla.
Para ella, la pantalla era una ventana al mundo, un escape de la rutina. Para ella, un lienzo donde proyectar su creatividad, un refugio donde sus palabras danzaban con libertad. Sus caminos se cruzaron de la manera más inexplicable posible, solo eran dos usuarios desconocidos. Sus interacciones eran breves, casuales, pero con el tiempo, una chispa comenzó a encenderse.
Ella, con su prosa elocuente y su humor "sutil", la hacía sonreír a kilómetros de distancia. Ella, con su sensibilidad a flor de piel y su agudeza mental, lo intrigaba como nadie antes lo había hecho. Poco a poco, las conversaciones se extendieron más allá de los temas comunes. Compartían anécdotas, sueños, miedos. Se contaban pedazos de sus vidas, fragmentos que viajaban a través de cables y satélites para llegar al otro lado de la pantalla.
La distancia física se desvanecía ante la cercanía que sentían. Las horas se convertían en minutos mientras charlaban hasta la madrugada, iluminados por el brillo de sus monitores. Descubrieron que compartían más de lo que imaginaban: gustos similares, valores afines, una conexión que parecía trascender el mundo virtual.
Sin embargo, existía una barrera invisible, una frontera de píxeles que los separaba. ¿Qué había detrás de esos perfiles virtuales? ¿Quiénes eran realmente esas personas que se ocultaban tras un nombre de usuario? El misterio los atraía y los asustaba a partes iguales.
Un día, él se atrevió a preguntar: "¿Alguna vez te has preguntado cómo sería conocernos en persona?".