Siempre le he dicho que me gusta su pelo,
largo, liso, negro y brillante que cae y reposa sobre sus glúteos, grandes, duros y redondos,
que sensación tan agradable es poder sujetar con mis manos de manera fuerte sus muslos,
simplemente me transportan, a lo instintivo, a lo arcaico, a la animalidad.
Me agrada olerlo, suave, rico y dulce; hace juego con el color de su piel, suave, blanca y tenue.
Con un cuerpo de moldeado perfecto, de abdomen plano en el que se pudiera quedar dormido,
uno pechos redondos, grandes y perfectos y unos labios que se ponen húmedos, cálidos y vibrantes como si estuvieran hambrientos,
cada vez que te sientas sobre mis piernas.
Este no es un libro de esos que dejas olvidados en un rincón, es un libro de esos que vuelves cada vez que lo necesitas. Es de esos que logran derrumbarte, pero también hacerte brillar. Te hará llorar y reír, te acercará más a la vida. Aquí encontrarás verdades, de esas sin filtro, que te hacen reflexionar. No encontrarás utopías, pues cada palabra nace de una experiencia. Valentía es un camino, tiene sus obstáculos, sus dolores y tristezas, pero también está lleno de esperanza, de fe. Es un libro que avivará el fuego de tu corazón, pondrá tus emociones a flor de piel y, sobre todo, te recordará que en esta vida vale mucho más ser valiente que cualquier otra cosa.