Ciel miró con cierto enojo, decepción y molestia a la nueva sirvienta que el Mayordomo contrató hace apenas unas cuantas semanas. Estaba ahí, arrodillada. *no te salvarás esta vez rubia idiota* pensó el niño mirándola con desgana. *Haré que Sebastian te saque a patadas de mi mansión. Claro, luego de que él encuentre mi anillo que ¡Tú! Rubia estúpida, has perdido* Sin embargo, el peliazul estaba más que contento en despedirla, ya que ella no hacía siquiera una cosa mal. Y eso le disgustaba ya que la chica no le agradaba, ¿Por qué? Por tener una mirada de superioridad, que sólo él se permitía. -Bien, quiero que consigas y... Que consigas BIEN a alguien que de verdad sirva, no quiero a otra estúpida rubia, ¿me has oído Mayordomo?- -Como Desee, Bocchan - respondió inclinándose un poco. Al dia siguiente el Mayordomo un poco sonrrojado entró a la habitación donde el "crio" trabajaba. Éste estaba sumido en su trabajo, pero al ver a otra persona al lado de su sirviente, levantó la cabeza. ***** - Muéstreme esos ojos que brillan como los míos - pidió - créame que deseo verlos ahora más que nada - -No podrás engatusarme, tramposo- -No soy Tramposo. Solo juego bastante bien aprovechando cada ficha y cada instante mio, usted Señorita me dirá lo que quiero escuchar. De una u otra manera. Ya sea buena o mala, y créame cuando le digo que yo ganaré ésto y usted no lo evitará - sonrió y la chica sintió unos besos húmedos por su cuello - -Todos los derechos reservados - ~Sofuulove~