Después de tres años de su mudanza a la ciudad de Wimbledon, Inglaterra, Scarlett ya no está dispuesta a seguir soportando el molesto e inaguantable comportamiento que Aiden ha tenido con ella desde que puso un pie en MacQuoid. Y Aiden, por su parte, no está dispuesto a dejarla en paz; siquiera sabiendo si alguna vez podrá. Fuertes, seguros, transparentes y un poco rotos, pero sin dejar de pisar fuerte, Scarlett y Aiden nos enseñan su historia; una historia que está llena de personas increíbles, que van a demostrar que, a pesar de todas esas despedidas dolorosas, de las mentiras y de los reencuentros que han revuelto más de una herida, han podido ir hasta lo más profundo de ellos mismos para reconstruirse y seguir. "Muchos vamos rotos por la vida, día a día luchando para encontrar la manera de volver a armar esa parte del rompecabezas que nos han destrozado. Otros aún no nos rompemos; simplemente vamos atajando golpes con la esperanza de que cuando estos paren, ninguno haya alcanzado a resquebrajarnos. Y sí, así funcionamos la mayoría, pero la cruda realidad para todos nosotros es esta: no nos hace falta más que una sola persona, un único ser que nos llegue hasta el alma, para dejarnos quebrar por completo".