La más bonita que ninguna, hacía magia sin querer. Él creía que lo había visto todo, pero no la había visto sonreír. Y entonces se perdió en los mundos que escondían sus ojos verdes, en las constelaciones de su espalda. Y solo pudo pedirle una cosa. -Di que sí. "Si l'amour est un temple, toi tu seras ma religion"