Sam es una joven de 19 años que acaba de empezar la universidad. Allí hay todo tipo de personas: el guapo, el gracioso, el estudiante, el malo, las animadoras... y su mejor amiga, Amy, vamos lo típico. Su mundo empieza a cambiar cuando conoce a una persona especial. No se fía de nadie, pues su mundo ya se derrumbó una vez por un pequeño error y no le volverá a pasar. Jamás pensaría que acabaría como una de esas chicas que salía en su serie preferida. Ya la maltrataron una vez, y ahora le estaba volviendo a pasar. Creía que estaba en el mejor momento de su vida, cuando realmente se estaba introduciendo en el mismísimo infierno.
-¿Qué haces?-Eran imaginaciones mías, ¿o estaba retándome?
-Vamos solo quiero que intentes golpearme.-Realmente se estaba volviendo loco si creía que le golpearía. Espera, no, sí que le iba pegar, era mi mejor oportunidad, así que simplemente me encogí de hombros a la vez que asentía y lancé mi mejor gancho hacia su mandíbula. No sé cómo pasó, pero estaba en el suelo de un segundo a otro.
-Ves, te dije que no eras tan buena.-Dijo sonriendo como el estúpido que era mientras se iba.-Pero cuando quieras quedamos y te enseño guapa.- Agh lo odiaba, y más aún cuando me guiñó el ojo y me mando un besó. Definitivamente, lo odiaba.
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
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En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱