Era la 1 de la mañana, como siempre mi hermana pequeña y yo dormíamos tranquilamente después de escuchar todo el día las discusiones de mis padres. Hacía demasiado frío en la habitación y aún tenía los audífonos puestos para no tener que oír a mi padre y madre gritándose el uno al otro como niños pequeños, a mi lado se encontraba mi hermana Sara.
Ya me estaba quedando dormida hasta que unos gritos me despertaron, rápidamente me dirigí a la habitación ya que pensé que ahí provenían los gritos pero cuando abrí la puerta, jamás me imagine lo que vi y en ese momento desee nunca verlo. Papa estaba temblando aun sosteniendo el cuchillo con el cual apuñaló a mi madre sin piedad alguna, y mamá ya había muerto...
Corrí lo más rápido que pude hacia ellos, cuando llegue empuje a papá haciendo que el quedara a un costado de nosotras - ¿Qué pasó aquí? - Dije poniendo la cabeza de mi madre en mis piernas, voltee a ver a mi padre , no tenía ninguna expresión en su rostro tan solo se quedó callado - ¿Qué no me escuchas? dije ¡¿Qué pasó aquí?!- repetí con mi voz ya rota, las lágrimas me invadieron y llegaron hasta mi cuello - Porque, porque lo hiciste, ¿Por qué me quitaste a mama?- Dije ya completamente rota, estaba temblando y me estaba resistiendo todo lo que le quería decir pero no evitaba verlo con desprecio, él había asesinado a mi madre - Vete..... ¡Largo!- Le susurre- ¡VETE!- Repetí gritándole, no podía ya ni mirarlo además...
Tenía miedo de lo que yo podía hacerle, no quería convertirme en alguien como él. Un asesino.
Finalmente salió de la habitación, solo estaba yo y el cadáver de la persona que me dio la vida, la que me cuido, me soporto, me mantuvo.... Me amo, esa persona que tanto adoraba ya no estaba, se fue.
En un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba en su funeral, papa fue arrestado, y yo bueno nos enviaron a mi hermana y a mí a un orfanato. Si no me hubieran enviado aquel terrorífico lugar...
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