-Ya es tiempo de que irme-dice sin ninguna expresión en su rostro.
-No puedes hacerme esto, no puedo dejarte ir-digo mirándola con ojos llorosos.
-Yo ya he cumplido con mi deber..-me mira y luego sonrie-sabes una cosa?Nunca conocí a un padre como tu,que diera todo por su hija, que a pesar de todo, siempre iba a estar para lo que sea, tuve al mejor papá del mundo,o mejor dicho al mejor papá que pude tener en todos estos años, y eso jamás lo voy a olvidar-una lágrima cae por su mejilla-pero ya es tiempo de partir, tu debes seguir y ser feliz..-la interrumpí.
-Pero a donde irás?No tienes a donde ir..-dije apresurado, quería que cambiara de opinión y que volviera conmigo.
-Sonríe-Ya se lo que tratas de hacer,pero no va a funcionar, ya tengo todo planeado,y si en algún momento caigo,tendré que pararme como tu me has enseñado en todo este tiempo y tal vez en algún futuro pueda tener éxito y podrás verme en los teatros bailando.-dijo riendo.
-Sabes que si necesitas ayuda, o algo, siempre estaré.-digo sin mas remedio,ya no podía hacer que cambie su decisión.
-Gracias Sam, de verdad-se acerca a mi ,me abraza y me susurra-no me esperes..pero tampoco me olvides, porque algún día la vida nos puede volver a cruzar.
-Jamás podría olvidarte Brooke Claflin, jamás-y dicho eso, mis lagrimas caen sin darme cuenta.
Y en un cerrar y abrir los ojos, ella ya no estaba mas..Ella ya se había ido.
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A DAREK.
Darek, por su parte, no tiene idea de quién es Meredith, pero..., ¿qué ocurriría si por un juego del destino él pone sus ojos en ella?