El veneno de las mariposas estaba haciendo efecto. ¿Cómo? Era imposible que fuera tan rápido, acababan de picarme. El dolor comenzó a convertirse en angustioso, pero no podía gritar, ni llorar, ni mover un solo músculo. Irónica manera de morir, pensé, y más siendo lo que soy: un cazador de mariposas.