La curiosidad abrió las puertas a su infortunio. Fausto lo supo al encontrarse cara a cara con aquella perniciosa pintura en medio del bosque. Debió marcharse y olvidar aquel encuentro. Sin embargo, ignorar las consecuencias puede resultar muy caro. Félix en cambio parece saberlo bien y Fausto quizá tenga tiempo de descubrirlo por sí mismo. El asunto es muy sencillo, el reino de los cielos es inasequible, pero el camino al infierno está al alcance de la mano. Todos los derechos reservados. Gracias @alexbeatlemaniaca por la bella portada.