No, ahora no, por favor! Caí de golpe sin saber con qué había tropezado y no pude levantarme, no podía distinguir nada además de sombras, después de muchos intentos logré levantarme pero a los dos pasos sentí como jalaban fuertemente de mi cabello y caía hacia atrás. -Aquí estas, levántate- ordenó un hombre soltándome el cabello para sujetarme del brazo. Intenté hacerlo, pero volví a caer al piso, subir las gradas me había agotado demasiado, todo se hacía más negro y mi cuerpo pesaba cada vez más. -No puedo- Empezó a gritar no sé qué cosas, pero ya ni podía oírlo, mire una sombra en frente de mí y sentí como el mismo hombre volvía a jalarme del brazo. Mi promesa, tenía que cumplir mi promesa, sentía como lloraba. -Por favor- susurre. La sombra en frente mío se acercó y escuche bastantes disparos. Mi promesa, tenía que cumplir mi promesa, sentía como lloraba. Tomé las pocas fuerzas que me quedaban y empecé a arrastrarme hacia cualquier lado, los disparos cesaron, tomé impulso y me levanté. Empecé a correr, o bueno, caminar ya que mis piernas temblaban y volví a caer, pero a partir de eso momento todo se volvió negro.