Era tan extraño su comportamiento últimamente. Sebastian tenía que lidiar con cualquiera que fuera la razón que provocara aquel inusual acto en su joven amo.
Entrando a su despacho, Ciel guardaba un libro en uno de los cajones del escritorio, con tal premura. No decía nada después; miraba a su mayordomo tan sencillamente, mas con el corazón acelerado por el miedo.
- Le he traído el postre, joven amo.
-Está bien...
Era indiscutible que Ciel ocultaba algo; ya su mayordomo lo conjeturaba. Y entonces... Lo impensable, sólo el mayordomo había entendido el por qué, sólo con ver aquellos libros de homoerotismo dentro del escritorio del joven amo.
¿Cómo los había conseguido sin que Sebastian se percatara de ello? ¿Desde cuándo leía esa temática tan furtiva en aquella actualidad? Pero más importante que todo, ¿por qué lo hacía?
- ¿Entonces es así..., joven amo?
Luffy. Así se llama un chico que no tuvo lo que se suele llamar una infancia fácil. Desde pequeño, siempre fue maltratado por su madrastra; la cual lo cuido hasta los 12 años de edad. En un viaje,conoció a Ace y Sabo, los cuales lo acogieron como hermano y lo sacaron de aquel infierno.
Luffy, nunca hablo con ellos de lo que le le hacia aquella mujer. Tampoco con sus amigos. El tenia siempre una sonrisa en la cara; era como una mascara para ocultar la verdad.
Law. Otro chico, que tampoco tuvo una infancia fácil. Lleva el peso de la culpa de varias muertes sobre sus hombros. No es muy sociable. No sonríe a menudo. Pero, tampoco le cuenta nada a nadie. Es muy reservado.
Por causa del destino, estos dos se encontrarán. Y gracias a eso, por fin podrán desahogar tales penas acumuladas. Al mismo tiempo que ambos descubren nuevos sentimientos por el otro que nunca jamas imaginaron tener.