Es tarde.
Seguramente se ha conseguido alguna novia, y una nueva mejor amiga, creo que es feliz, yo a veces lo soy... Pero no completamente.
Los recuerdos se han vuelto lágrimas.
No soy perfecta, y hay tantas cosas que no quise hacer...pero trato de aprender.
Quizás lo llegué a lastimar, nunca lo supe, no llegamos a hablar de eso... Quisiera borrarlo todo para dar luz a la verdad
No lo haré.
Seguramente arriesgaré mucho, incluso tal vez pierda mi dignidad, pero existen posibilidades ,y mantengo la esperanza de que tal vez... definitivamente tal vez gane.
Espero varias respuestas. Respuestas a las que les tengo miedo, respuestas que anhelo y ante todo, respuestas que sueño recibir, pero existe una pesadilla en la que toda respuesta es falsa, son una ilusion, se menean en el aire... Sin destinatario
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.