En la última década del siglo XX y durante los primeros años del nuevo milenio, el estudio de la política exterior argentina fue objeto de diversos enfoques (ej. realismo periférico, neoidealismo periférico, realismo de la periferia, etc.), y la política exterior sufrió notables cambios (ej. alineamiento automático con los EEUU, “relaciones carnales”, “óptimas” o “maduras”; énfasis en el MERCOSUR, o en el ALCA y enfriamiento del MERCOSUR; relaciones con Cuba; Europa o Brasil o China como socio comercial principal, diversificación de mercados en la actualidad, etc.), que generalmente, aunque no siempre, coincidieron con los períodos de gobierno de los últimos Presidentes argentinos.
Hechos fundamentales en las relaciones internacionales, ocurridos durante los últimos años, han sido de especial relevancia para comprender el rumbo elegido por las diversas Administraciones en su política exterior. Desde que comenzó la posguerra fría, encontramos: una superpotencia militar, varias potencias económicas, la primer guerra del Golfo (Irak-Kuwait), el auge de la apertura a la inversión extranjera directa en los países emergentes y al flujo de capitales trasnacionales, la creación de la OMC, los problemas ambientales agudizados, el incremento del terrorismo, los atentados terroristas perpetrados en los Estados Unidos, el crecimiento de la inmigración ilegal, etc. Cada uno de estos hechos ha coadyuvado a definir, en cierta manera, la política exterior de cada país y su agrupamiento en diferentes coaliciones y grupos.
Nuestro país, que adoptó desde el siglo XIX el sistema republicano presidencial de gobierno, no estuvo ajeno a tales vaivenes del mundo actual. El presente trabajo se propone analizar detenidamente cuál fue el rol desempeñado por el Congreso de la Nación en lo referente a la política exterior nacional, tanto en temas de poca trascendencia pública como en aquellos de mayor trascendencia pública, en interacción c
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".