Jane. Una pobre desgraciada que ensimismada por su propia locura se encuentra cuerda en un mundo en el que lo único que hacen las cuerdas es atar. Los psiquiatras no saben qué hacer con ella con sus 17 años sigue teniendo amigos imaginarios y ,sea absurdo o no, puede llegar a desaparecer una tarde entera sin dejar rastro diciendo al volver que ha estado con ellos. ¿Realmente está loca o percibe mejor la auténtica realidad que el resto de personas? Se cuestiona eso todos los días, y la respuesta siempre es la misma. ¿Cuál? Seguir leyendo.