No sé qué voy a escribir aquí, no sé qué va a pasar, solo me dejo fluir; al final se sabrá que dije, al final se sabrá que siento, por ahora, no me comprendo, intento averiguar. ¿Quién soy, qué quiero? Me aburren y abruman las preguntas, y en medio de la bruma me siento y pienso, ¿Qué soy, que busco? ¿Que anhelo, que no quiero? Será que soy yo quien pienso o alguien más me esta diciendo qué pensar. ¿Soy acaso un títere, un trapo o tengo mente propia? ¿Es mío lo que es mío? No lo sé, no lo sé, no sé si mis palabras riman, no se si quieras quedarte a leerlas, no sé por qué estoy escribiendo esto, no sé por donde empezar, veo que ya he empezado, no sé dónde acabar. Pienso, escribo. Escribo lo que pienso. Esto no es una historia, estos son mis trabalenguas de cerebro, estos son mis pensamientos en palabras, quizás debas temerle a la cabeza ajena, quizás debas temerle a una niñita sin pelos en la lengua; si no me temes aunque sea respétame, tenme lástima.
Historia de Ovidio Guzmán López.
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No había forma de que un amor tan prohibido acabara bien, aún así Ovidio Guzmán y Atenea Salas creyeron el uno en el otro, o eso parecía...
En el amor y en la guerra lo que importa es la lealtad, cuando está se traiciona no queda más que pelear.
El le confiaba a ella su vida, pero no la de su familia.
Ella le confiaba a el su muerte, pero no la de su gente.
Un consejo de su padre nunca lo dejaría caer, de un ratón no solo tiene el apodo y su sangre Guzmán le daría la agilidad