Nadie, jamás, podrá comprender lo vacía que me sentía sin su compañía, porque no fue hasta que tuvo que irse que noté lo mucho que lo necesitaba. Se había convertido en mi mundo, era mi vida, y, me amaba. Me amaba por quien era, y no le importaba quien había sido, o qué había hecho. Él me amaba porque yo lo amaba a él también. Y este es el momento más difícil de mi vida. Perdí al ser más amado por mi persona en la tierra, y me dolió tanto como haberlo matado yo misma.All Rights Reserved