Estoy guardándome este secreto, que me consume , y la idea de decirte lo que siento, se ha vuelto; lo más tentador que podría pobrar en años. Ahora, tú eres, la que decidirá si mis sentimientos son correspondidos o no. Sólo te pido: No me destruyas. Por que, algunas veces, las palabras; son más poderosas que las balas.