PRÓLOGO Dicen que todas las historias de miedo empiezan cuando una familia se muda de casa, pero también suelen empezar así las grandes historias de amor. Una chica que llega a un nuevo pueblo y conoce al chico malo del pueblo y logra volverlo bueno.... Pero bueno quizás había leído muchas novelas de amor en mis cortos 16 años. Es por eso que era la única que estaba contenta dentro de ese auto que partía a una nueva provincia; no dejaba nada atrás, ni amigos, porque siempre fui una persona solitaria en la escuela y en el barrio, que solo le gustaba ponerse sus auriculares y leer. Tampoco estaba dejando atrás a una casa perfecta en un barrio donde todo era salir a la puerta y reunirte con una súper banda de amigos. A decir verdad estábamos huyendo de eso. Mis padres se acaban de separar; algo nada lindo a decir verdad; mi papá había dejada a mamá por la hija de un amigo de la familia que vivía al final de la cuadra, por lo que no la culpaba en su decisión de querer mudarse. Quizás si era un poco extrema su decisión de llevarnos a otra provincia, pero bueno a veces el corazón necesita un nuevo aire para poder empezar de nuevo y sanar, y este corazón tenía 3 hijos mirando como sanaba y cuanto dolía mientras lo hacía. No es que sepa de amor, nunca me he enamorado ni he tenido novio pero he aprendido de esto en tantas novelas que leído, y aunque sé que duele amar porque puedes salir lastimado no veía las horas de poder empezar mi propia historia de amor y poner mi corazón en riesgo.