Katheleen es una adolescente obediente, sumisa y callada. Durante sus veinte años, ha estado acostumbrada a complacer a las demás personas llegando incluso a dejar en segundo plano su propia voluntad. Sin embargo, cuando conoce a Marianne, una chica misteriosa, atrevida y segura de sí misma, su vida cambia radicalmente. De la mano de ella, vive una serie de experiencias pintorescas, tanto placenteras como desagradables, que jamás habría llegado a imaginar. Con el choque de estos dos mundos, Katheleen inicia un viaje de auto-descubrimiento en el cual revalúa aspectos personales como sus creencias, convicciones, valores, forma de ser y perspectiva de vida.