Todo era tan irreal, ninguno de los dos podía creerlo.
La noche anterior, Jimin había aceptado ser el novio de Suga.
El mayor de ambos sonrío.
Tomó la mano del de estatura más baja, entrelazando sus dedos.
- ¿Jimin? - susurró el abuelo.
- ¿Si, Yoongi? - le contestó medio dormido. Era entendible, eran las 2 a.m, y ambos estaban cansados debido a los ensayos, pero estaban juntos, y eso era lo más importante.
- ¿Puedo contarte un secreto? - susurró mirándo al techo de la habitación que ambos compartían.
- Dime - Susurró casi dejándose caer en los brazos de Morfeo. Cosa que el mayor no se dio cuenta ya que estaba mirándo hacia arriba.
- Yo... bueno yo... te amo, Jimin. Te amo como no puedes imaginarte... Se que nunca demuestro mis sentimientos, pero es que tengo miedo a que no sean correspondidos o a simplemente, quedar en rídiculo... Se que tienes miedo que los chicos se enteren, y es que a mi también me preocupa el que dirán... pero... si nos vamos a preocupar por todo lo que los demás piensan o hacen, jamás tendremos tiempo de ser nosotros mismos, y... ChimChim... tu eres el único para mi. Dime... ¿Yo soy el único para ti?.
El mayor esperó unos segundos, sintió que quería llorar ya que el amor de su vida no le correspondió...
Quitó su mirada del techo y miró al chico a su lado, este se había quedado dormido.
Río un poco.
Lo arropó con la manta, se cubrió el también, y lo abrazó, para después quedarse dormido, obvio, no sin antes de asegurarse que la puerta estaba trancada; para prevenir que los chicos entraran.