Tiro de su labio inferior, compartiendo los dulces sabores de las salivas entremezcladas y la tierna caricia de lenguas enredándose contra la boca ajena, pasando mis manos por debajo de la camiseta blanca escolar, TaeMin ríe sobre mis labios, apartando de un manotazo las libretas sobre el escritorio para permitir libre acceso al mismo Cabrón... me provocaba. Lo más sano para una mente aún cuerda sería haberle alejado desde que se me insinuó, pero aquí estoy, intentando deshacer el nudo de la corbata y metiendo las manos donde no debería Podría pasar fácilmente como su padre, la diferencia de edades era evidente, pero ¿eso me detenía? Claro que no. No mientras solamente seamos nosotros los testigos de esté sucio secreto.