-No te tengo miedo.-dije mientras daba un paso hacia atrás. -Pues deberías.-murmuro cerca de mi oído. Di otro paso pero por desgracia mi espalda toco la pared. No había salida. - ¿por que haces esto? ¿por que no simplemente me dejas en paz? Me miro por unos largos segundos, no voy a mentir su mirada me intimidaba, pero había algo en aquellos ojos negros que me atrapaban y no podía apartar mis ojos de ellos. -No quiero y no lo haré. Luego sentí unos labios exigentes sobre los míos. Dios...¿por que a mi? Nueva historia no se acepta copias ni imitación. próximamente....