El científico Robert Gaddi está a punto de hacer un descubrimiento que supondrá un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas. La delicada Lian Zhao, experta en artes marciales, es la elegida para el puesto. A Robert no le hace ninguna gracia que lo obliguen a tener una niñera con pinta de adolescente, así que decide hacerle la vida imposible. No obstante, esta extraña joven, de misteriosos orígenes, acaba despertando su curiosidad. A Lian no le importa que su protegido sea un tipo amargado que descarga sobre ella todo su sarcasmo; está dispuesta a defenderlo hasta la muerte de cualquier amenaza. Todo apunta a que no puede haber dos personas más distintas en el universo, pero cuando tras un nuevo ataque se ven obligados a refugiarse en la antigua fortaleza de los Gaddi, en la Toscana, esa convivencia forzosa ejercerá un poderoso embrujo sobre ambos.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.