Lo prohibido atrae, enloquece, cega, nos hace hacer cosas de las que luego nos arrepentimos; tiene un sabor inexplicable, nos resulta exquisito, nos deslumbra, nos hace desear más y más. ¿Qué serías capaz de hacer por amor?
"No se puede" le dije, "no, no se debe" me contesto.
¿Y qué pasa con aquello que tenemos a nuestros pies, que se desvive por nosotros, que nos adora? No lo queremos, pero a la vez tampoco queremos que deje de estar atrás nuestro. "No te quiero conmigo, pero tampoco te quiero con alguien más" pensó y supo que estaba mal.
Y sin querer, termino jugando a dos puntas y a ninguna, teniéndolos y a la vez no.