
- Así que quieres ser escritora... (exclamó aquella voz caballerosa suspirando mis oídos a 40 grados a la sombra). - ¡Sí! (una pequeña risa tímida afirmaba sin dejar de describir sus pasos al son del tic-tac de su Rolex). Dándose media vuelta, la chica poeta e ilusa comenzó a escribir la palabra <esperanza> en su espalda. Córdoba se lo merece.All Rights Reserved