-¿Cuando nos distanciamos tanto? -dice comprendiendo que ya no hay remedio- -Cuando cada uno decidió huir. ¿Podemos continuar con nuestro trabajo? -Sabes que por más que ignoremos todo esto, siempre saldrá a flote. -Por supuesto, cariño. - emito una sonrisa hipócrita- -Capitán para ti, pongámonos formales. -Bueno ca, pi, tán -sonrío burlescamente- ¿ A qué pelotón pertenezco? - digo regia y segura ante la vida, él sonríe de lado sarcásticamente- -Al mío. -Creo que ya es hora de madurar. Ambos sabemos que no eres capitán y que no tienes un pelotón. -Nuevamente juntos, ca ri ño. -Veo que no ha cambiado tu sentido del humor. -Bienvenida teniente Smith. - me guiña el ojo y se retira de la sala de conferencias- Esto será peor de lo que esperaba...