No quería que su antigua yo desapareciera, me asustaba como la mierda saber que había una posibilidad de que no recordará nada. Y si ella no me recordaba, significaba que no me amaba. No más. No como yo lo hacía. No como ella lo había hecho alguna vez. Es asombroso cómo la persona a la que más amas puede hacerte trizas y aún así, seguirla amando.