Cuando pueda verla, ¿seguirá deseándola? El multimillonario Roronoa Zoro había perdido la vista al rescatar a una niña de un coche en llamas y la única persona que lo trataba sin compasión alguna era la mujer con la que había disfrutado de una noche de pasión. ¡Pero se quedó embarazada! Y eso provocó la única reacción que Nami no esperaba: una proposición de matrimonio. Él no se creía enamorado, pero Nami sabía que ella sí lo estaba. Y cuando Zoro recuperó la vista, Nami pensó que cambiaría a su diminuta y pelirroja esposa por una de las altas e impresionantes rubias con las que solía salir...