-¡HEY IMBECIL DE PACOTILLA!-grite a todo pulmon a su espalda y el para en seco, da media vuelta acorralandome en la pared colocando mis manos a la altura de mi cabeza. -Dime que lo sientes y te libero-pidio quemandome con sus hermosos ojos, y si, debo admitir que son muy hermosos. Simplemente me traspasa con ellos y pareciera ver toda mi vida y lo que siento. Mientras tanto yo sin poder reaccionar me quedo como una idiota perdiendome en ese mirar que me relata una historia. Una increible historia jamas contada. -No... lo....siento-susurro entrecortadamente sin apartar la mirada de la suya quien a su vez emboza una media sonrisa en su rostro. -Entonces yo no sentire haber hecho lo que te hare-y sin darme chance de decir algo mas, junto nuestros labios convirtiendose en el mejor de todos los besos que he recibido en la historia porque este es especial con el simple hecho de venir de el. Simplemente perfecto