Tan resplandecientes como siempre, las Zodiacos aguardaban con paciencia a que su padre bajara para poder entregarles los doce destellos que serían cedidos a un pequeño grupo de afortunados. -Padre Las Zodiacos se inclinaron a recibir a su creador. Universo se movió en silencio por la sala mientras observaba desde ahí el manto estelar que se extendía a su alrededor. Todas sus pequeñas y grandes creaciones. -¿Los tienen a todos? Las doce asintieron y se acercaron al oráculo. Dejaron cada destello en su respectivo lugar antes de regresar a sus lugares. Universo se situó frente al oráculo y coloco su mano sobre él. La superficie se ilumino y las secciones del oráculo comenzaron a girar. El día. El mes. El año. La hora. Incluso los segundos. El oráculo comenzó a detenerse y los ojos de las Zodiacos resplandecían de curiosidad. Las secciones dejaron de moverse. Los destellos se elevaron y en menos de un segundo, desaparecieron. -han sido elegidos los nuevos guardianes