Fairy Tail volvía nuevamente en gloria derrotando a Avatar, un gremio oscuro que amenazaba con causar un gran río de sangre con las intenciones de llamar a Zeref.
No fui difícil, incluso se podría considerar que fue fácil teniendo en cuenta las grandes capacidades y habilidades que habían mostrado cada una de las hadas, pero aun así, fue una enorme noticia, la cual gratamente llevo el nombre de Fairy Tail nuevamente a la escena gremial, aunque no era una gran sorpresa, teniendo en cuenta la anterior interrupción de Natsu en los Grandes Juegos Magicos.
Había comenzado la reconstrucción del gremio, ya que luego de la extenuante batalla contra Tartaros no tuvieron tiempo de repararlo puesto a que Makarov sorprendió a cada uno de los miembros con la noticia de la inmediata disolución.
Todos trabajaban como nunca, el ambiente estaba agradable, alegre, era de esperarse... el reencuentro había sido algo que muchos estaban esperando, pero sobre todos dos ciertos miembros...
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...