- hola hermanita- le dije sabiendo lo mucho que odia que la llame así.
Empezó a temblar su boca se abrió y se cerró, no dijo nada.
- ¿que haces aquí? - dijo al fin en un susurro. Su lindo labio inferior temblando.
Me acerqué a ella, estaba a punto de llorar otra vez.
- deja de temblar así. - le susurre
-¿ que es lo que quieres Cristian?.- ohh Dios, amaba que dijera mi nombre.
- vine a saludarte, ya que parece que perdiste los modales- le dije acercándome más a ella.
Cada paso que yo daba en su dirección ella lo daba hacia atrás. Chocó con la cómoda que estaba al lado de su cama.
- detente - me dijo mirándome con nerviosismo.
Le sonreí de lado y empuje mi cuerpo con el suyo. ¡Oh mierda! Esto se sentía tan bien, mi cuerpo vibraba, extrañaba lo que ella podía producir en mi con tan sólo respirar su mismo aire, su aroma a vainilla me inundó los sentidos, y eso fue todo para mi, no pude resistir a su cuerpo. A sus labios.
- voy a besarte - le susurre.