Un extraño reencuentro. Un gesto tuyo bastó para que te entregara por completo mi corazón. Una historia llena de nuevos sentimientos que experimento junto a tí. Tu calidez se adueña de toda mi existencia. Mi sensibilidad hacia tí se me hace algo extraña, aunque debo admitir que me gusta. Algo en mi pecho va creciendo y no sé que es. Ya no puedo soportarlo más. No puedo con otro día en que no pueda contemplar tu sonrisa. Esa sonrisa que me obsequiabas solo a mí. ¿Qué esta pasando conmigo? Creo que podría ser algo más que simple simpatía. De modo que ya no solo eres tú quien sonríe. Ahora soy yo quien acompaña tu sonrisa. Es en aquel momento en que lo sé. Eres tú. Solo eres tú la razón de mi sonrisa.