Acá vengo cuando estoy debastada. Cuando mi corazón se rompe y mis piernas se tambalean. Cuando me doy cuenta de que no soy quién yo creía ser, Mucho menos lo que tu creías que era. Cuando al mirar al espejo no veo a la chica rosagante de los discursos y las fiestas. Sino a una extraña criatura en búsqueda de su liberación. Solo pobres almas en desgracia, viviendo al pie de las miserias que la vida te da para pasar los tragos amargos.