Vincent Coleman es un joven empresario que se encuentra en la cima de su carrera. Con grandes ambiciones y una exitosa empresa, a sus 29 años tiene todo lo que podría soñar. Bueno, todo menos un pequeño e insignificante terreno de tierra.
Athena Rousseau es una estudiante de 17 años, a punto de cumplir la mayoría de edad y entrar en la universidad, no es como cualquier otra adolescente, ella carga con la responsabilidad de cuidar a su familia. Su mamá trabaja y casi nunca está en casa, su papá tiene meses que no lo ve, ella cuida de sus dos hermanos menores y de su abuela.
Vive en una casa a las afueras de la ciudad, donde casi nadie considera construir una casa, los pocos vecinos que tiene de la noche a la mañana vendieron sus casas. ¿El culpable? Un hombre engreído que se encuentra construyendo un enorme edificio a unos pocos metros de donde ella vive.
Solo hay un problema, a diferencia de todos, ella NO vendería la casa que tanto trabajo les costó construir a sus padres. Antes muerta.
Él pensaba que podría tenerlo todo con tan solo mover un dedo.
Ella era una mujer testaruda.
Él tenía poca paciencia.
Ella era poco tolerante.
Ninguno de los dos creyó que una constante guerra de palabras podría llevarlos a querer firmar otro tipo de contrato, uno que no fuera de compra-venta.
Una serie de altercados podría llevar a Athena a considerar vender su casa por el bien de la familia, pero ella jamás había cedido nada con tanta facilidad. Por otra parte, Vincent no se detendría hasta hacer que ella pusiera su firma en el documento que tanto deseaba.
NOTA ACERCA DE DEJA DE SOFOCARME: Una historia de amor...donde sólo hay un inconveniente: legalmente no es aceptable una relación entre ellos... pero la atracción es irresistible... y el destino tiene sus propios planes. Ahora no hay marcha atrás... EL AMOR NUNCA HABÍA SIDO TAN TERCO...