Le observas. Te ve. Te sonríe. Se acerca. Pum pum pum. Tu corazón late y late. Más fuerte. Más rapido. Sonries, te sonríe. Más cerca. Coge tu mano. Entrelazas sus dedos con los tuyos. Acaricia tu mejilla. Enredas los dedos en su pelo. Te besa el cuello. Se te eriza el bello. No existe separación entre am bos. Pecho contra pecho. Latidos al mismo ritmo. Le besas. Te besa. Eres su vida. Es tu mundo. Le quieres. Te quiere. Y en ese instante, no existe, ni te importa nada. Porque no hay nada que sea como el amor. Algo tan simple y a la vez tan complejo. No hay algo tan bonito y tan mágico. Porque donde reina el amor, reina la felicidad. Y así de felices serán Mark y Sophie.