Ella lo miro. Él tan solo la abrazó por la cintura. Ella hundió su cara en su pecho, recordó todos los momentos que pasaron juntos, una lágrima rodó por su mejilla. Él apoyo su boca sobre su cabeza. Ella notaba su respiración entre su pelo, lo abrazó más fuerte y miró sus ojos. Esos ojos turquesas de los cuales se había enamorado no hace mucho... no queria dejarlo ir. Él la observo y seco sus lágrimas. Se separaron. Ella no lloró más había prometido no hacerlo, facilitar las cosas. Él tampoco lloro, se lo había prometido a si mismo, tomó sus valijas y se fue. No hubo beso, ni lágrimas en vano. Él se iba a cumplir su sueño.