Es imposible desear algo si ya se posee todo. El futuro de Amelia parece estar asegurado cuando la oportunidad de escribir para una importante revista de moda la lleva a mudarse a Madrid. La vida en un nuevo país es prometedora y el cielo es el limite cuando tienes 22 años. Buenos amigos, grandes fiestas, todo el glamour y diversión hermanados a la fama. ¿Y el galán? bueno, ¿por qué esperar a que un chico te compre un castillo cuando puedes construirlo tú misma? Mantener la concentración es la clave, nada puede salir mal cuando lo tienes todo planeado... Hasta que interviene aquello que no puedes condicionar. No es fácil resistirse a las trampas del destino cuando éste tiene cabello rubio y ojos azules.