Sus labios son el cielo, son dos sabores fuertes de cerezas. Tonos agridulces y mundos de completo flubor. Azúcar sin fín, magia en cada extremo de su pequeño departamento para soltero; vida en cada canción y locuras de una inocente jovencita, conocedora de caricias que pueden volverlo completamente loco, hasta el punto de llevarlo al mismísimo cielo en cada beso. En cada beso delicioso proveniente de sus labios, labios que no solo basta engañarse, para ignorar que son un completo error para él; pero ella aquello no le queda muy claro y el poder de deseo que ejerce en el mismo, los llevará al límite de sus controles carnales.
Ella se oculta día a día bajo un perfil de chica común, sostenida por sus padres y con una vida completamente normal, dejando a la noche su más oscuro y a la vez claro secreto, el cuál también es parte de su realidad, "Regalar caricias por un buena paga en una de las calles de Madrid".
¿Qué harías cuándo el deseo amenaza con dejarte al descubierto?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...