Indana
EXISTE UN MUNDO análogo a la Tierra, en el cual habitan los seres mágicos más extraños, hermosos y abominables del presente. Indana es la nación anidada por magia oscura y blanca, donde entre la variedad de culturas, se pudo formar sólo una, y lograron crear leyes siendo democráticos.
Los ángeles desterrados del paraíso pasan primero por este mágico lugar con la oportunidad de tomar una decisión: ir a la Tierra o permanecer a donde han llegado, pero jamás, el regreso al cielo.
Las brujas, magos y hechiceros, nacen aquí. Sus patriarcas pueden elegir, al igual que los ángeles caídos, seguir adelante en este mundo mágico o vivir entre mundanos.
Para aquellos seres conocidos como híbridos, no hay otra opción que permanecer. Pues en aquel mundano lugar, no serían más que conflicto de burla y turbación para ellos.
Muchos deciden irse, muchos quedarse.
Cuando los ángeles se van, viven una vida simple como mortal en aquel mundano lugar. Si hablamos de brujas, magos y hechiceros; su poder les ayuda a sobrellevar su apariencia. Hasta hace unos años, ningún híbrido se había ido.
La primera regla es muy estricta.
«Los mundanos no son bienvenidos».
Sin embargo, hace algunas décadas, muchos habitantes parecían y parecen ser de aquella aberrante raza. Humanos.
¿Qué se debe hacer para seguir perteneciendo a Indana?
Sencillo, demostrar lo contrario.
Las hermanas Allier, mejor conocidas como la aberración de Indana, quieren demostrar lo que son, aunque no lo sepan. En lo más profundo de su ser, sienten que pertenecen a este lugar.
A veces, piensan severamente en atravesar el portal y nunca regresar.
«¿Qué más da, si no pertenecemos a este lugar?».
En Indana, una vez al año, un portal puede cambiar tu vida. Atravesarlo depende de ti.
Si eres un ser grato para la nación, es preferible no irte, y en casos extremos, el mismo pueblo te expulsa.
Recuerda, no quieren simples mortales.
En su vida anterior, Lu Yao solo vivió hasta los treinta y cinco años, no pudo salir debido a la presión familiar y murió solo.
Cuando vuelve a abrir los ojos, se encuentra transportado a tiempos antiguos, no sólo diez años más joven sino también con un marido de hombros anchos, cintura estrecha y abdominales marcados.
¿Podría haber tanta buena fortuna en este mundo?
Justo cuando Lu Yao está muy contento, nota que la mirada de su esposo parece particularmente fría, incluso queriendo divorciarse de él...
Zhao Beichuan perdió a sus padres y asumió la responsabilidad de cuidar a sus dos hermanos pequeños. Para mantenerlos, aceptó un matrimonio concertado por una casamentera. No necesitaba que su esposa fuera bella; todo lo que pedía era que fuera bondadosa y frugal.
El casamentero le pintó un panorama optimista, pero se dio la vuelta y le encontró un "cojín de flores", alguien que tiene buena pinta pero que no puede hacer nada más. En su primer día de matrimonio, esta persona casi se ahorca de la viga de la casa de Zhao Beichuan.
Más tarde, Zhao Beichuan se enteró de que este joven tenía un amante y no quería casarse con él, pero sin saberlo se había convertido en el encargado de separar a una pareja de amantes desafortunados.
Los matrimonios forzados no duran, por lo que Zhao Beichuan decidió dejarlo ir, pero inesperadamente, esta pequeña criatura no se iba, siempre metiendo sus manos en la cama de Zhao Beichuan por la noche, diciendo: "Esposo, déjame sentir tus abdominales..."