Cielo, después de quedarse desempleada conoce al que posiblemente sería su jefe, Damián, no sabe que ese chico se colara por sus poros causando que con tan sólo una mirada todos sus muros cayeran como si de arena se tratase, él la contrata, y en el túnel todos sus deseos emergen, cada uno inconsciente de lo que germina, cada uno tratando de evitar esto que es inevitable, arropados por el deseo.
Cuando todo marcha " bien" Cielo se entera de la verdad sobre él, el que la enseño a vivir y también a morir, él que la enseño a volar dejando al olvido el paracaídas, él que le enseñó el océano sin un tanque de oxígeno.
Lo último que pensó es que acabaría ahí, donde sus actos lo llevaron y donde ella lo olvidó.