Supuestamente la vida para ser correcta hay que desarrollarla con un orden; estudiamos, encontramos novio, acabamos la carrera, encontramos trabajo, nos vamos a vivir juntos, nos casamos y a los años llegan los hijos. Pero ¿y si alteramos el orden? Una chica con 23 años no quiere saber nada de pañales, pero un día los cubatas y tacones serán sustituidos por noches en vela y biberones.