Des, tenía problemas. No, no se cortaba. Ni le preocupaba cuanto comía. Tampoco le importaba lo que pensaran de ella. Ni mucho menos se drogaba, en lo absoluto.
Sus pensamientos eran problemáticos, o eso le decía su familia. Era adicta a las carreras de motocicletas; vaya que corría bien, varios se sorprendían al conocer que era una fémina. Por la mañana, en la escuela era tímida, inteligente y al parecer de algunos para nada bonita, lo que a ella no le importaba. Seria demás decir que era una de las mejores pero nadie conocía su identidad o secreto.
James, si era complicado demasiado dirán todos. Es el típico chico que todas desean, pero que nadie puede tener; es coqueto, pero nunca ha tenido novia y sólo ha besado una que otra chica. Teniendo a tantas chicas, se había enamorado de una, Destiny Collins.